Esta letrilla la escribí antes de las elecciones municipales del año 2015. Estaba un poquillo quemao…
EL CANSINO
Ganaba mucho dinero,
me compré una gran casa,
me compré un cochazo,
el mejor ordenador,
la mejor televisión,
la ropa más cara,
y a comer todos los días,
a buenos restaurantes.
Nadaba en la abundancia.
No me privaba de ná.
A la mujer toh loh caprichoh
y a loh chiquilloh también.
Pero me cansé.
Me cansé de comprar,
de comprar y comprar,
de no parar de comprar.
De ganar y gastar sin disfrutar.
Me cansé, me cansé, me cansé,
de ser un borreguillo,
sin mi propio criterio,
sin personalidad,
obedeciendo al pastor,
y sus oscuros intereses.
Me cansé de mis miedos,
de mis complejos,
y de mis vergüenzas.
Me cansé de ir corriendo.
Me cansé de las prisas,
y del estress.
Me cansaba de todo,
pero de todo, de todo…
qué pesao me ponía.
Los del pueblo me avisaron
del peligro que corría,
pero yo no hice ni caso,
yo seguía R que R,
y el CANSINO me apodaron.
Pero como no hay mal que por bien no venga
reconducí esa energía.
Se acercaban elecciones,
y mi pueblo era una ruina
gobernado por corruptos y sinvergüenzas.
Si el CANSINO voy a ser,
que sea por una buena causa,
una y otra vez repetiré, repetiré y repetiré.
Participación, participación, participación ciudadana.
Transparencia, transparencia, transparencia,
y las cuentas claras.
Democracia, democracia, democracia,
democracia, democracia, democracia,
pero con Derechos Humanos Universales.