Tras el arrollador éxito de «Mijico», mi anterior hit, ahora llega…
¡»MI AMIGO PEPE»!
Una canción alegre y pegadiza que ya ha comenzado a hacer furor entre los más jóvenes.
Entre los mayores, sin embargo, no hay unanimidad de opiniones. Se han dividido entre los partidarios y los detractores del «peo». Este singular sonido representa un tabú inconfesable para algunos, y para otros un síntoma de alegría y salud.
Mi amigo se llamaba Pepe, ¡PEPE!
y decían que era de Lepe. ¡DE LEPE!
No tenía ni un pepe-pelo de tonto, ¡NI UN PELO DE TONTO!
y se hizo, pepe-peluquero en Toronto. ¡PELUQUERO EN TORONTO!
Comenzó a jugar al jule-pepe,
pegó varios pepe-pelotazos,
y ganó, pepe-pelas a capazos.
Pero se le acabó la suerte.
Comenzó a meterse en pepe-leas.
Y aunque se hacía el fuerte,
ni pepe-lo ni pepe-las le quedaron.
Cooomo Pepe era mi amiiigo
decidí darle un conseeejo:
anda comete un higo,
quítale el pepe-llejo,
y pepe-pégate un pepeee-o.
Deja una respuesta