Según me contó un ferroviario que trabajó en la antigua estación de Albox, cuando los albojenses que habían tenido que emigrar a Cataluña en busca de trabajo cogían el tren para venir a ver a la familia, al ir a sacar el billete decían: “quiero un billete P’Arboh, con equih”. Ello era debido a que en Tarragona había un pueblo llamado Arbós con el que se generaron numerosos malentendidos.
Si los nombres de los pueblos hubieran sido a revés, los de tarragona habrían pronunciado “Albox” sin problemas, y los de Albox, aunque tampoco hubieran pronunciado la “s” de Arbós, se habrían aproximado más, y no se hubieran producido tantos problemas.
Sin embargo, como todas las cosas tienen un porqué, un motivo, una explicación, o un algo, no me cabe la menor duda de que a estos dos pueblos los denominaron así para que surgiera el conflicto, el ferroviario me lo contara, se me ocurriera el relatillo, la gente de Albox se lo tomara como una historia real, apuntaran a sus niñ@s a clases de esgrima, y se acabara formando una nueva estirpe capaz de vencer en el futuro a los Sith y los Jedi, capaz de evitar que nos metan en una Guerra de las Galaxias de más de 27.000 años de duración, y enfrascados en interminables conversaciones sobre si Skywalker esto, que si Chewbacca lo otro, que si Obi-wan Kenobi patatín, que si Darth Vader patatán.
Vamos, que llegarán los de Albox con sus espadas de vara de almendro gritando: ¡Por Alboh, con equih!; y ni sables láser ni ná.